¿Cuándo se debe tomar el paracetamol, aspirina y el ibuprofeno?

(Por: Dora Poma)

Muchos de nosotros cuando sufrimos de un dolor leve o común, tendemos a automedicarnos con el objetivo de que el fármaco u pastilla nos quite esa molestia que estamos padeciendo. Entendemos por un dolor común. Al hablar de un dolor leve nos referimos a uno simple y sin complicaciones.

Cuando esto sucede en la mayoría de los casos no sabemos si elegir entre tomar un ibuprofeno, un paracetamol o una pastilla de ácido acetilsalicílico, medicamentos que en diversas farmacias se venden sin receta médica y por ello son los fármacos más accesibles. Asimismo, a pesar de que los 3 tienen la función analgésica en común de aliviar el dolor, esto no significa que puedan curar los mismos casos. Es decir, estos tres medicamentos tienen unos efectos distintos y cada uno se utiliza para un tipo de dolor u otro dependiendo de la situación.

MIRA: ESTOS 11 REMEDIOS TE SANARON DE LA GRIPE Y LA TOS EN TU INFANCIA

¿CÓMO FUNCIONA Y CUÁNDO SE DEBE TOMARLOS?

Veamos a continuación las ventajas y desventajas de cada sustancia en nuestra próxima toma.

#1 El paracetamol

Además de ser un analgésico que alivia el dolor, es un antipirético ya que disminuye la fiebre. No se le conocen propiedades antiinflamatorias. Las dosis en las que se recomienda este medicamento deben ser inferiores a 1 gramo ya que podría darse el caso de que pudiera dañar el estómago.

Uno de los efectos negativos y peligrosos del paracetamol es que este hace trabajar mucho al hígado y que en dosis muy elevadas o en combinación con alcohol u otras drogas también podría dañarlo. La intoxicación por paracetamol es una de las más mortales y accesibles que existen, asimismo, son irreversibles ya que son hepáticas, se producen en el hígado y no en el estómago. Razón por la cual no es recomendable el uso de paracetamol si tiene problemas de estómago o hígado.

Por ende, el paracetamol está indicado para tratar dolores de cabeza, bajar la fiebre, dolor de muelas, tratar la gripe, el malestar general o la gota. Y no para los dolores musculares, ni de artritis, ya que no reduce la inflamación.

#2 Ácido acetilsalicílico (aspirina)

Es un medicamento perteneciente a la familia de los antiinflamatorios. Como lo mencionado este fármaco tiene propiedades antiinflamatorias y además es analgésico ya que calma el dolor, antipirético porque baja la fiebre y descoagulante sanguíneo ya que inhibe la acumulación de plaquetas en los vasos sanguíneos.

Por si no lo sabías el ácido acetilsalicílico está indicado para el tratamiento de dolores de cabeza, musculares, aquellos producidos por la artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes. En consecuencia, no es un fármaco recomendado para personas que sufran problemas de estómago, enfermedades con sangrado excesivo (como hemofilia) o personas con gota. También puede provocar complicaciones si es administrado en personas que padecen gripe.

#3 El ibuprofeno

Al igual que la aspirina este también pertenece a la familia de los antiinflamatorios, pero es más potente que este. A diferencia del ácido acetilsalicílico no irrita tanto el estómago ni es anticoagulante. Su absorción con agua en el estómago es mucho más rápida que la de la aspirina, por tanto su actuación sobre la zona dañada es más rápida. Pero, si este es tomado en ayuñas podría dañarlo, por ello, lo recomendable sería tomarlo acompañado de alimentos puesto que a pesar de que su absorción se realizaría un poquito más lenta, este fármaco actuaría de protector de estómago evitando daños en este.

Cabe mencionar que solo se puede tomar ibuprofeno en casos de dolores musculares, dolores producidos por enfermedades autoinmunes (como artritis o lupus), el dolor menstrual, dolor de cabeza no migrañoso y el dolor de garganta.

TE PUEDE INTERESAR: EL AGUA OXIGENADA Y SUS 20 USOS INCREÍBLES QUE PUEDE HACER POR TI

NOTA: Mezclar estos medicamentos de forma desequilibrada no suma el efecto analgésico de los mismos, ni ningún otro. Lo ideal es acudir a profesionales de la medicina y farmacia y que ellos nos indiquen el medicamento y la dosis adecuada para nuestro dolor, tomando la dosis que nos indica el prospecto.

Fuentes: bekiasalud.com, salud.facilisimo.com