Ella creía ser una adolescente normal, pero a los 16 años se enteró que nació sin vagina

Joanna Giannouli creía ser una adolescente común y corriente hasta que a los 16 años descubrió una de las peores cosas que le podía pasar en la vida, se enteró que había nacido sin útero, vagina y cérvix. Es decir, ella era la única mujer de entre 5000 que padecía el síndrome de Rokitansky, una extraña enfermedad congénita.

Joanna descubrió a los 16 años este mal pues ella no menstruaba como el resto de sus compañeras de colegio, el diagnóstico del médico fue desolador: Joanna tenía agnesia vaginal y por eso no menstruaba.

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El Síndrome de Rokitansky le causó muchos problemas a Joanna, ella tuvo que aprender a vivir con todos los estigmas que trae consigo esta enfermedad. Ella se sometió a los 17 años a una operación que la obligo a estar en reposo total durante varios meses.

Los doctores que se encargaron del caso de Joanna decidieron fabricarle una vagina, pero la que le hicieron resultó ser muy pequeña y ella sufría mucho cuando mantenía relaciones sexuales, por lo que tuvo que someterse nuevamente a una operación para expandir su vagina.

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Joanna llegó a sentir que ‘no valía nada como mujer’, según relata a la BBC, a ella le resultó muy difícil mantener una relación estable, a los 21 años estaba comprometida y cuando le explicó a su pareja su problema él decidió dejarla.

Actualmente Joanna tiene una relación de cinco años y su pareja es consciente de su trastorno y la apoya, los dos están conscientes de que puede ser muy difícil tener hijos.

“Han pasado casi 10 años y todavía me siento mal al respecto pero ya no me causa vergüenza. Me he dado cuenta de que es algo que no puedo cambiar; tengo que aceptarlo y vivir con ello”, narra Joanna.