Nació con rara enfermedad en la piel y debe ponerse implantes mamarios para tratar su mal

Un valiente, un luchador contra las adversidades y con muchas ganas de vivir. Dylan Little tiene 4 años y a su corta edad ya demostró su gran fortaleza. Él nació con una enfermedad que afecta solo a 1 de 20.000 bebés en el mundo y, si no es tratada de la forma adecuada, puede hasta causar la muerte. El mal que lo aqueja se llama Nevus Melanocítico Congénito gigante, es decir, lunares que cubren la mayor parte de la piel, siendo el más extenso  en su piel uno que parte desde su oreja y cubre toda su espalda. El 80% de su cuerpo está lleno de lunares, los mismos que en cualquier momento se pueden convertir en cancerígenos.

NO TE LO PUEDO CREER: NACIÓ CON RARA ENFERMEDAD QUE LA HACÍA PERDER SU PIEL CADA 4 HORAS, HOY LUCE ASÍ

Estos lunares eran bastante incómodos, y antes de las cirugías causaban una serie de reacciones en el cuerpo de este pequeño. “Su espalda estaba completamente negra y sangraba, su cara, piernas y brazos estaban completamente cubiertos de lunares”, dijo la madre de Dylan. Con el fin de  evitar el desarrollo de un cáncer y mejorar su condición de vida, Dylan ha sido sometido a 26 cirugías a sus cortos 4 años. En las cirugías le insertan expansores en su piel, similares a los de los implantes mamarios. Estos expansores están compuestos por una solución salina y hacen que la piel se vaya agrandando. Su objetivo es remover los lunares y tapar las áreas con el exceso de piel que queda gracias a los expansores.

El 80% de su cuerpo estaba lleno de estos lunares

Ha sido sometido a 26 cirugías por el bien de su salud

Se ha podido remover más del 50% de los lunares

LO VEO Y NO LO CREO: NACIÓ CON UNA MALFORMACIÓN, SUS PADRES ADOPTIVOS LA DEVOLVIERON Y ESTA ES SU HISTORIA

Gracias a ello, se a podido remover más del 50% de las áreas que estaban afectadas en su cuerpo y sigue luchando para seguir aumentando ese número. Mientras más lunares puedan remover, le riesgo de cáncer disminuye cada vez más. Su madre asegura que pese a este mal, el pequeño Dylan nunca deja de sonreír. Una sonrisa que es su mayor regalo, el mejor.